Mi principal área de investigación es política comparada. En los últimos años he estado estudiando fuerzas populistas contemporáneas en América Latina, Europa y Estados Unidos. Tengo un particular interés en mostrar que actores populistas están desarrollando preguntas legítimas respecto al estado actual de la democracia, aun cuando sus soluciones tienden a ser más controversiales que provechosas. Esta agenda de investigación en torno al populismo la he desarrollado de forma individual y en colaboración con colegas trabajando en distintas partes del mundo. Al mismo tiempo, estoy trabajando en otros temas, tales como partidos y fuerzas de derecha en América Latina y la transformación de la centroderecha en Europa Occidental. A continuación, presento un breve resumen de los temas que pretendo trabajar en los próximos años.

Actitudes populistas y apoyo a la democracia

Últimamente han venido ganado terreno las investigaciones que buscan medir la demanda por populismo, vale decir, estudios que trabajan con encuestas para saber qué tipo de personas presentan mayor apoyo a las actitudes populistas. Junto a mi colega Steven van Hauwaert (Universidad de Surrey) estamos trabajando con datos de varios países de Europa y América Latina para detectar hasta qué punto los ciudadanos que muestran altos índices de populismo tienen perfiles socioeconómicos y sociopolíticos similares o diferentes. A su vez, tenemos especial interés en observar si aquellas personas que simpatizan con las ideas populistas tienen una visión de la democracia particular y para ello estamos elaborando un proyecto de investigación que busca analizar empíricamente la relación entre actitudes populistas y concepción de la democracia. Nuestra hipótesis de trabajo es que los ciudadanos que simpatizan con el populismo tienden a preferir un modelo de democracia iliberal y, por tanto, es altamente probable que los prerrequisitos para el buen funcionamiento de la democracia liberal no están lo suficientemente desarrollados en segmentos importantes del electorado.

Identidades políticas negativas y populismo

Las identidades políticas son cruciales para comprender el comportamiento electoral: los individuos que se identifican con un partido político se comportan como partidarios leales que difícilmente votarían por competidores antiguos o nuevos. Aunque esta es una observación obvia, los expertos y los académicos tienden a considerar solo la identificación positiva, es decir, la medida en que los individuos tienen un apego psicológico a un partido político específico. Sin embargo, también es relevante examinar la identificación negativa, la cual se refiere a una repulsión psicológica para un partido político. Con mi colega Carlos Meléndez (Universidad Diego Portales), hemos recopilado datos de encuestas sobre identidades políticas negativas en varios países de América Latina. Los análisis provisionales revelan que no es el apoyo, sino el rechazo de ciertos partidos políticos, lo que explica los patrones de votación (basta pensar en el papel que los sentimientos negativos hacia el Partido de los Trabajadores jugaron en las recientes elecciones presidenciales en Brasil el año 2018). Además, también estamos estudiando la relación entre las actitudes populistas y las identidades políticas positivas/negativas. Ya hemos publicado un artículo al respecto en Party Politics y actualmente estamos recopilando datos para varios países del mundo, lo cual nos va a permitir trabajar en perspectiva comparada y comprender así de mejor manera hasta qué punto las identidades políticas negativas tienden a relacionarse con un apoyo o rechazo hacia las actitudes populistas.

Democracia militante y populismo

Dado que el populismo pone en tensión a la democracia liberal, existe un creciente debate respecto a cómo lidiar con este fenómeno. En este contexto, la noción de “democracia militante” ha ido ganando terreno en las discusiones académicas planteadas tanto por académicos jurídicos como por cientistas políticos. Cabe preguntarse entonces, si podemos salvaguardar la democracia liberal del populismo adoptando una defensa militante de instituciones no electas, que puede limitar el espacio de maniobra de las fuerzas populistas e incluso prohibirlas si es necesario. Para responder esta pregunta, me interesa identificar las tensiones existentes dentro de las teorías sobre la “democracia militante” (por ejemplo, las paradojas de la autodestrucción democrática y la autolesión) y reflejar así que posturas militantes son de escasa utilidad para lidiar con el populismo. Hasta ahora he podido escribir un artículo sobre el tema el cual será publicado en un libro titulado Militant Democracy and its Critics editado por Anthoula Malkopoulou y Alexander Kirshner. Mi idea es poder seguir trabajando sobre este tema y observar así hasta qué punto la disputa entre populismo versus anti-populismo puede poner en jaque a la democracia liberal.

La centroderecha en Europa Occidental

Junto a mi colega Tim Bale (Queen Mary University London), estamos trabajando en un proyecto sobre el estado y el futuro de la centroderecha en Europa Occidental. El argumento central de nuestro proyecto es que los partidos de la derecha convencional experimentan una tensión entre, por un lado, la necesidad de seguir apelando a los votantes moderados, muchos de los cuales expresan valores liberales y progresistas asociados con la “revolución silenciosa” y, por otro lado, la necesidad de atraer a los votantes que simpatizan con las ideas autoritarias y nativistas asociadas con la “contrarrevolución silenciosa” perseguida por la derecha radical populista. Gracias al apoyo financiero de la Fundación Thyssen, vamos a realizar un workshop en Londres en marzo de 2019, en el que un conjunto de académicos invitados presentarán artículos sobre ocho estudios de caso (Austria, Italia, Francia, Alemania, Países Bajos, España, Suecia y el Reino Unido). Para este propósito, ya hemos escrito un marco analítico con conceptos claros, explicaciones teóricas y preguntas de investigación que deberían emplearse en los estudios de caso. Nuestra idea es publicar un libro editado sobre este tema y a su vez explorar nuevas líneas de investigación a partir de los hallazgos del libro en cuestión.

El resurgimiento de la derecha latinoamericana

Las últimas elecciones muestran un agotamiento del ciclo de izquierda que América Latina experimentó desde el inicio de los años 2000 en adelante. Tanto en Argentina, Brasil y Chile existen hoy en día presidentes de (centro)derecha y en muchos países del continente la (centro)izquierda se encuentra muy dividida y tensionada internamente. Sin embargo, existen muy pocas investigaciones sobre la derecha latinoamericana. Junto a mi colega Juan Pablo Luna (Pontificia Universidad Católica de Chile) publicamos el año 2014 un libro editado sobre este tema y ahora me interesa profundizar en ciertos aspectos que han sido poco explorados en la literatura académica. Inicialmente estoy investigando el caso de Chile, poniendo particular énfasis en la transformación de la derecha desde 1990 en adelante y para ello estoy revisando los datos del así llamado “Manifesto Project”. De hecho, junto a mi colega Aldo Madariaga estamos finalizando un trabajo que demuestra un claro proceso de moderación programática de la derecha chilena. A su vez, estoy elaborando un segundo trabajo que busca mostrar cómo ese proceso de moderación programática ha ido dejando a un segmento del electorado huérfano, el cual pude terminar siendo movilizado por alguna nueva formación populista de derecha radical.